Migrar es moverse, transformarse, echar raíces nuevas sin arrancar las antiguas. Para quienes participamos en Photovoice – Viena Latina, este proceso ha sido más que un taller: ha sido un viaje colectivo hacia la memoria, la identidad y la expresión.
A través de nuestras cámaras, compartimos cómo vivimos la migración: lo que perdimos y lo que hallamos, lo que duele y lo que nos da fuerza. Cada fotografía es un testimonio de vida, una historia contada desde el corazón, un puente entre mundos. En nuestras imágenes caben recuerdos, sabores, silencios, luchas, nostalgias, alegría y esperanza.
Elegimos el método Photovoice porque nos permitió contar nuestras experiencias con nuestra propia voz, sin filtros ni intermediarios. No somos solo “migrantes”, somos personas con trayectorias únicas, cuyas vivencias muchas veces se silencian o se simplifican. Aquí las hacemos visibles.

Durante este proceso, nos reconocimos en el otro, la otra. Aprendimos que la migración no tiene una sola forma: se manifiesta en cuerpos, emociones, edades, mapas y sentires distintos. Nos unimos como comunidad y encontramos en el arte una forma de dar un mensaje, resistir, sanar y construir pertenencia.
Esta galería es nuestra forma de decir: estamos aquí, esta es nuestra historia, míranos. No buscamos respuestas definitivas, sino abrir espacios para el diálogo, la empatía y el encuentro. Lo que ves es una obra abierta, en constante transformación, como nuestras propias vidas en Viena.
– Participantes de Photovoice – Viena Latina