El método Photovoice ha sido el eje metodológico de este proyecto, no solo como una herramienta participativa, sino también como una forma de expresión, reflexión colectiva y producción de conocimiento situado. A través de imágenes y relatos, las y los participantes no solo documentaron su experiencia, sino que construyeron colectivamente sentidos, memorias y perspectivas sobre su vida en Viena, Austria.
Desde Viena Latina elegimos el método de Photovoice porque ofrece un lenguaje accesible, sensible y potente para quienes, en muchos casos, no encuentran espacios legítimos de escucha en sus entornos cotidianos. Lejos de ser un recurso estético, la fotografía fue aquí una herramienta y punto de partida para abarcar procesos profundos de reflexión individual y grupal. El proyecto se desarrolló a lo largo de cuatro talleres presenciales donde se formaron grupos de trabajo, diferenciados por sexo, edad o afinidad cultural, y se garantizó en todo momento un entorno cuidado y horizontal.
La coordinación metodológica de estos talleres estuvo acompañada por un pequeño equipo comprometido, compuesto por la responsable del eje Photovoice, Diana Ventura, y cuatro facilitadores, quienes participaron activamente en tareas de organización, apoyo lingüístico, logístico, seguimiento y análisis desde sus propias experiencias migratorias.

Cada participante recibió formación básica en fotografía con el móvil, junto con acompañamiento individual para escribir sus interpretaciones. Todas las imágenes fueron tomadas por las y los participantes. En el último taller, las y los participantes tuvieron la oportunidad de adentrarse en la curaduría colectiva: seleccionaron por sí mismos el material para la exposición, y propusieron recursos museográficos para la muestra del próximo año en el Wien Museum. Entrelazar el método Photovoice con la curaduría colectiva permitió extender la participación hacia las decisiones sobre cómo compartir las imágenes y relatos, fortaleciendo así el carácter colectivo de la exposición y del proyecto en sí mismo.
Se realizaron ejercicios colectivos de diálogo en grupo, donde las interpretaciones fueron compartidas, discutidas y resignificadas colectivamente. Esta etapa fue la más intensa del proceso, donde surgieron categorías comunes, experiencias compartidas y también diferencias que alimentaron la riqueza del proyecto.
Además de trabajar con cuidado ético (consentimientos informados, respeto a la privacidad, acuerdos sobre el uso del material), el equipo fomentó una participación activa en cada etapa: desde la toma de fotos hasta la organización de la exposición para el 10 de mayo.
Las categorías que estructuran esta galería online fueron construidas a partir de temas clave surgidos en las sesiones colectivas, diferente material realizado en las distintas sesiones, así como con la lectura y análisis minucioso de cada una de sus interpretaciones.
Este trabajo se inscribe en una apuesta política por una ciencia más horizontal, situada y comprometida, que reconozca a las personas migrantes como productoras legítimas de conocimiento sobre sus propias vidas. Este trabajo está dedicado a todas esas personas que hacen ciencias desde abajo y para las y los participantes de los talleres de Photovoice.